Me defino como una humanista curiosa y con un profundo respeto hacia la natura y las antiguas tradiciones que conocían sus ritmos y que entendían el ser humano como un microcosmo en armonía con el macrocosmo.
Por lo tanto, creo firmemente que la Vida es infinitamente más inteligente que el ego, y que todo aquello que nos sucede y que nos puede llegar a producir malestar, es una oportunidad para reencontrar el equilibrio que hemos perdido.
Empecé estudiando naturopatia y homeopatía para conocer como estimular la capacidad curativa del organismo, adentrándome en el conocimiento del uso de las plantas medicinales, de las virtudes de la alimentación saludable, la suplementación con vitaminas, minerales y oligoelementos, así como en el acompañamiento con las Flores de Bach y la materia médica homeopática.
Pero sin duda, el momento que marca uno antes y uno después en mi práctica clínica, acontece con la formación en acupuntura distal y los métodos de Richard Tan y el maestro Tung, gracias al alta eficiencia del sistema.
Años antes había estado investigando la parte energética de la realidad, y llegué a la filosofía Huna, experimentando con lo Tapping y Lo’oponopono y el arte de crear la realidad, mientras practicaba Yoga y meditación.
Lo Yoga me permitió unir todo el que había ido probando: cultivo de la actitud amorosa hacia los otros y hacia un mismo, la práctica meditativa y un estilo de vida saludable y sencillo. Me formé como instructora de Yoga y realicé diferentes formaciones de Yoga para niños y de “Mindfulness aplicado en las escuelas”. Durante unos años, me dediqué a dar clases de Yoga para adultos, niños y familias
